Medellín, Antioquia, Colombia. Enero
2016. Ante las denuncias de ambientalistas y ciudadanos sobre caballos pintados
de colores para el turismo en el municipio de Guatapé, la Administración señaló
que tomará las medidas necesarias para que hechos como este no se vuelvan a
presentar.
El secretario de Medio Ambiente, John Gil, señaló
que dentro del Plan de Gobierno se está ideando una propuesta que apunta a la
protección de los animales, que como los caballos, que son utilizados en el
turismo.
“Uno de los temas prioritarios para esta
Administración es el medio ambiente, específicamente la protección de la vida y
la dignidad de las especies domésticas y silvestres”, dijo Gil.
En el momento, señaló el secretario, funcionarios
de la administración han realizado reuniones con los comerciantes y campesinos
que ofrecen los servicios de caminatas y cabalgatas por zona urbana y rural del
municipio.
Según Astrid Saldarriaga Velásquez, habitante de
Guatapé y defensora de los animales, en el carnaval de año viejo del 31 de
diciembre, un caballo blanco fue teñido de color rosado.
Así quedó hasta que la llovizna, el sol y el sudor
producido por las largar cabalgatas le fueron borrando las manchas.
Saldarriaga señaló que a pesar de las denuncias
sobre esta situación, los paseos o cabalgatas, que son frecuentes en su
municipio, no han sido restringidas o reglamentadas por la Administración
Municipal.
Tampoco hay una ley nacional que impida que
campesinos o comerciantes hagan uso de estos animales para sacar un provecho
económico, en contravía de su salud.
“He realizado no solo uno sino varios derechos de
petición, he hablado con Cornare, la autoridad ambiental de la zona, con la
Secretaría de Ambiente y me responden, pero no hacen nada. La situación es más
difícil cada año, pues el turismo aumenta y la salud de los caballos empeora”,
dijo Saldarriaga.
La defensora de los animales sugirió reglamentar la
actividad para así ponerles horarios de trabajo a los animales, bebederos a la
sombra u otro lugar de descanso y proporcionarles una mejor alimentación de
acuerdo con el esfuerzo físico que los animales realizan diariamente.
Ante esta denuncia, el director de AnimaNaturalis
de Antioquia, Juan Guillermo Páramo, señaló que los derechos de los animales no
pueden estar por debajo del turismo o de cualquier actividad económica. Por eso
instó al nuevo alcalde a reglamentar las cabalgatas.
“El objetivo sería sustituir estos animales por
motocarros y ojalá mientras esto sucede se pueda reglamentar la actividad, para
que se les haga en un lugar indicado, no al sol y al agua. Lo que queremos es
que haya un compromiso de las autoridades”, dijo el ambientalista.
Páramo además pidió a los turistas que no
participen de actividades de este tipo. Señaló que los caballos que alquilan
como forma de diversión son explotados, “no solo por sus dueños sino también
por ellos, que los utilizan”.
Lesiones que les quedan
Los animales que trabajan, y son sometidos a este
tipo de maltrato, pueden, además de sufrir daños en la columna vertebral, tener
serios problemas sicológicos.
Una de las enfermedades más frecuentes es la
aerofacia, que se presenta cuando el caballo lame o mastica una estructura de
madera y luego inhala profundamente, activando hormonas que tienen un efecto
parecido a una droga.
Por eso la jornada normal debe ser de seis horas,
con intervalos para descansar y compartir con otros animales.
“Lo que uno espera con los animales utilizados en
el trabajo es a lo menos un trato digno y mínimamente cumplir con los
requisitos sanitarios”, dijo Julio Aguirre, de la Inspección ambiental de la
Alcaldía de Medellín.
El veterinario señaló, además, que la pintura, más
que ser un acto obvio de maltrato, interfiere en las funciones propias de la
piel, que tiene unos canales de autorregulación. Las fallas, explicó, se pueden
manifestar en toxicidad mediana o generar secuelas, como dermatitis.
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