Se cumplen 54 años de la increíble hazaña de Cañonero II al ganar el Kentucky Derby en 1971.

Cañonero cruzando la meta en el Derby de Kentucky de 1971.

Fue una victoria sorprendente y emocionante, considerando que era un caballo poco conocido que llegó desde Venezuela. Su triunfo no solo conmocionó al mundo del hipismo, sino que también capturó la atención de muchos, convirtiéndose en una historia legendaria.


Contaba con 9 años de edad cuando oí hablar de Cañonero por primera vez, mi tío Alberto Pacheco Ettedgui, estudiaba Arquitectura en la UCV y trabajaba como fotógrafo para la Revista La Fusta los fines de semana, cubriendo las carreras para ese medio de comunicación especializado perteneciente a su familia (su tío era "Chiquitín" Ettedgui, insigne periodista deportivo Venezolano), en varias oportunidades lo acompañe en su rutina de trabajo y a partir de allí creció mi pasión por el mundo hípico y los caballos, de tal manera que luego, con el correr de los años me gradué de Médico Veterinario, pero esa no es la historia, la verdadera historia es la victoria de Cañonero, bautizado Cañonero II por los entendidos estadounidenses porque existía otro Cañonero previamente, en el Kentucky Derby de 1971 convirtiéndose en una de las  hazañas más emocionantes y sorprendentes en los anales de esta prestigiosa carrera. 

Había muy poca expectativa

Cañonero II llegó a Churchill Downs, sede del Kentucky Derby, siendo un completo desconocido para la mayoría del público y los expertos estadounidenses. Habiendo nacido precisamente en el estado de Kentucky, su carrera la desarrolló en Venezuela, lugar en el cual su preparación y trayectoria eran muy diferentes a las de los caballos locales. Pero lo que no reconocían los "expertos" es que de los 20 ejemplares que participaron en esa cita, sólo Cañonero, había corrido antes los dos mil metros venciendo a caballos de más de tres años en el primer cuatrimestre de la temporada en el hipódromo "La Rinconada" en Caracas. A pesar de su experiencia, fue menospreciado por los entendidos hípicos de la época.

Mucho se ha escrito en diferentes crónicas sobre como Cañonero obtuvo el "Sí" para participar en la carrera y lo sucedido en el viaje desde Venezuela el cual estuvo lleno de complicaciones en donde sufrió deshidratación y perdió mucho peso durante la cuarentena en Miami, Florida, lo que generó aún más dudas sobre su estado físico para la carrera y luego los entrenamientos efectuados para estar presente en la cita. (Eso lo podemos leer y refrescar en otros relatos en este blog, en un espacio dedicado a Cañonero II)

Las casas de apuestas lo consideraban un "improbable", "Underdog", "Outsider", las cuotas llegaron a estar ¡hasta 500-1 en algunos momentos! Finalmente, fue incluido en un "field" o "Llave" , que es un grupo de caballos con cuotas muy altas agrupados para las apuestas, en donde se situó alrededor de 8,70 por cada dólar apostado, por esta razón desde el punto de vista en apuestas no fué un batacazo.

Y llegó el día y el momento de la carrera

En la carrera, Cañonero II tuvo un inicio lento y tranquilo, ubicándose en la parte trasera del pelotón, en algunos momentos ganándose  a un solo caballo, durante un buen tramo de la carrera, a estas alturas    pocos esperaban que pudiera avanzar significativamente, incluyendo su preparador el venezolano Juan Arias que no lo veía avanzar.

Pero al llegar a la última curva y entrar en la recta final, el jinete venezolano Gustavo Ávila realizó un movimiento decisivo comenzando a exigirle al potro, el cual respondió con una impresionante galopada por la parte de afuera.

Para asombro del público presente, el "caballo venezolano" comenzó a superar rivales con una potencia inesperada. En los últimos metros, pasó al frente y cruzó la meta con tres cuerpos y medio de ventaja , dejando atónito a los espectadores y a la prensa especializada. 

En los múltiples videos que existen sobre la carrera, el narrador norteamericano, todavía no cree que es "Canonero the second" el que está ganando y despegándose del lote porque sigue pendiente de los rivales que vienen detrás que no terminan de responder, al traspasar la meta el comentarista pronuncia al preparador del ejemplar como "Juan Area" y al jinete Gustavo Ávila como "Gustavo Areas" eso demostraba que no estaban preparados para este sorprendente desenlace.

Los aventureros

"Hemos venido hasta aquí 2 indios y un negro con un caballo en el cual nadie creía y destruimos 300 años de tradición americana en carreras hechas por la flor y nata de la sociedad", así lo manifestó el hijo del propietario de Cañonero, Pedro Batista Jr.  al terminar la carrera, en representación de su padre, Pedro Batista Sr., un empresario venezolano que adquirió a Cañonero II por una suma relativamente baja y confió en su potencial.

El entrenador, Juan Arias, también venezolano, era un entrenador con pocos ejemplares en su cuadra en su país de origen y mucho menos conocido en Estados Unidos. Sus métodos de entrenamiento, considerados "primitivos" por algunos, siendo el hazmerreir de los entendidos, demostraron ser efectivos, finalmente.

Un experimentado jinete venezolano, Gustavo Ávila, conocido como "El Monstruo", fue el encargado de conducir al noble ejemplar, siempre mantuvo una gran fe en el potencial de Cañonero. Su manejo paciente y su exigencia en el momento justo fueron cruciales para la victoria.

Por último, tenemos a Juan Quintero, el cuidador de Cañonero desde sus inicios, lo atendía de tal manera en todos los aspectos que requiere el cuidado de un caballo,  hasta dormir en la cuadra con él.

Puedo dar fe a estas anécdotas debido a que tuve la oportunidad de conocer muy bien a Juan Arias y a Juan Quintero como pasante de cuadra en el hipódromo La Rinconada, en donde me contaron todas las  peripecias y aventuras vividas con la triple corona de 1971. Y también tuve el honor de conocer a Gustavo Ávila a titulo personal.

Una historia inspiradora

La victoria de Cañonero II fue vista como un triunfo del "underdog", una historia de perseverancia y fe contra todo pronóstico.

Causó una conmoción en el mundo del hipismo, un caballo desconocido, proveniente de un país sin una tradición hípica tan fuerte como la estadounidense, ganando la carrera más importante de Estados Unidos y quizas del mundo hípico, fue un shock para la industria.

Se convirtió en héroe nacional en Venezuela

Si! Un caballo! Cañonero o Cañonero II, se convirtió en un héroe nacional, un símbolo de que los sueños se pueden alcanzar a pesar de las dificultades. Su hazaña unió al país y generó una gran pasión por el hipismo. Luego vendría su participación en las siguientes carreras que componen la triple corona norteamericana, como son el preakness y el belmont stakes, que contaremos en otras entregas. 

En resumen, la victoria de Cañonero II en el Kentucky Derby de 1971 no fue solo una carrera ganada, sino una historia de superación, sorpresa y la demostración de que el origen y las expectativas no siempre determinan el destino. Fue un momento mágico que perdura en la memoria de los aficionados al hipismo. 

97th Kentucky Derby 1971


Nos vemos en una próxima entrega.

Son Apuntes de un Veterinario.

Redacción e investigación documental Enrique Alberto Martín-Caro Malavé

1 comentario:

  1. La victoria de Cañonero II en el Kentucky Derby de 1971 generó una amplia gama de reacciones en la prensa , tanto en Estados Unidos como en Venezuela y a nivel internacional.

    La reacción inicial fue de total sorpresa y asombro . Muchos periodistas no podían creer que un caballo tan poco conocido, con un viaje problemático y cuotas en las apuestas tan elevadas, hubiese podido vencer a los mejores potros del país.

    Algunos medios insinuaron que su victoria podría haber sido una casualidad o producto de circunstancias particulares en la carrera , como el tráfico o el ritmo.

    En Venezuela, la victoria de Cañonero II desató una ola de euforia y orgullo nacional sin precedentes . Los periódicos y las estaciones de radio y televisión cubrieron la noticia con gran despliegue, destacando el triunfo como una hazaña histórica para el deporte venezolano .

    En resumen, la prensa reaccionó inicialmente con sorpresa y cierto escepticismo en Estados Unidos, mientras que en Venezuela se vivió una explosión de alegría y orgullo nacional . A medida que la historia de Cañonero II se desarrolló, el reconocimiento y el interés por su increíble triunfo crecieron a nivel mundial, convirtiéndose en una de las historias más memorables en la historia del Kentucky Derby .

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