La Pythiosis (P. insidiosum) otro enemigo del Caballo Criollo Venezolano



Yegua Criolla Venezolana con lesión en abdomen. Foto: J. L. Canelón

La Espundia

Hace más de veinte años en mis andanzas veterinarias por el Valle de Aroa, me llamó la atención un caballo suelto en un camino que presentaba una lesión en el bajo abdomen extremadamente grande, granulomatosa y sanguinolenta, me quede con la impresión y la duda, parecía una Habronemosis o llaga de verano producida por larvas de moscas, pero al mismo tiempo algo era diferente. La imagen de este caballo aparentemente desahuciado, dejado a la buena de Dios en un camino, con esta lesión tan llamativa se quedó en mi mente, de manera que cuando vi aquella yegua criolla con la misma lesión en el mismo parte del cuerpo, sentí gran curiosidad de saber que era, pregunte al llanero dueño del pobre animal y me dijo que era “espundia” que se presentaba ocasionalmente y era mortal cuando aparecía en el abdomen. Así que me dedique a buscar más información y desde el punto de vista científico esa afección se denomina Pythiosis.

Observé que la “espundia” como lo llaman los llaneros, no sólo se presentaba en el abdomen sino también en los miembros y otras regiones del cuerpo. Realmente yo lo he observado en parte baja de los miembros y en el abdomen.

 
Lesión compatible con Pythiosis Yegua Criolla Venezolana. Foto: J. L. Canelón

Buscando mayor información
  
Foil (1996) la describe como una enfermedad granulomatosa crónica, producida por el Pythium insidiosum que afecta más comúnmente la piel y el tracto gastrointestinal de algunas especies animales como caninos, equinos, felinos, bovinos y también el humano. No sólo afecta especies animales, sino que también afecta plantas.

En un primer reporte se le conoció como bursatii, dermatitis granular, hyphomicosis destruens equina o cáncer de los pantanos (De Cock et al. 1987) y el agente etiológico fue llamado Hyphomices destruens (Voss et al. 1981). Actualmente, según estudios filogenéticos y moleculares es un organismo acuático que pertenece al Reino Stramenopila, Clase Oomycetes, Orden Phytiales, Familia Phytiaceae, Génrto Phytium y especie Phytium insidiosum. Además, la clase Oomycetes se relaciona más con algas que con hongos (Kwon-Chung, 1994).

Caballo Criollo en zona inundada propicia para la Pythiosis. Foto: J. L. Canelón


Caballo Criollo alimentándose en zona pantanosa. Foto: J. L. Canelón

Proyecto de investigación

En unión con los colegas, Adeliz Marquez, Yaritza Salas, Yurimagua Perrazo, Victoria Colmenarez y José Agustín López, estamos trabajando en el proyecto del CDCHT de la UCLA 009-VE-2008, con el objetivo de caracterizar macroscópicamente y microscópicamente la pythiosis cutánea en el caballo Criollo venezolano, ubicado en la Región de los Llanos, visitamos hatos en los estados Apure, Barinas y Portuguesa en ambas épocas del año. Se tomó muestras de ocho(8) animales con lesiones cutáneas compatibles con la afección. Seguida de la descripción macroscópica, se obtuvieron varios fragmentos de tejidos, microbiológicamente todas las muestras resultaron positivas a Pythiosis, así como a la observación de la microscopia óptica.

Demostrado que el agente P. insidiosum esta presente en las lesiones de nuestros caballos Criollos, queda el reto de su tratamiento.
A nivel de campo es tratado como una Habronemosis cutánea, vetalog infiltrado es una de las prácticas más usadas con resultados variables.

Medio ambiente propicio

En nuestros llanos existe condiciones muy apropiadas para el desarrollo de este agente acuático, particularmente en salidas de agua, cuando nuestros caballos Criollos se introducen en regiones pantanosas todavía con cierta cantidad de agua, algunas veces los vemos metidos haciendo contacto con las regiones bajas del abdomen, para ellos el pasto tierno que se descubre al retirarse las aguas del invierno, representa una verdadera exquisitez, que pocas veces en el año esta disponible para su alimentación.
El aumento de la temperatura durante los días de verano, ayuda  mantener un ambiente favorable para el desarrollo del P. insidiosum y pone en riesgo a nuestros caballos criollos.

Cultivo de P. insidiosum. Foto: J. L. Canelón

Afecta también al hombre  
   
El hombre también puede verse afectado por la Pythiosis, no conozco ningún caso en el país, pero en países orientales donde el cultivo del arroz es muy importante y los sembradores permanecen mucho tiempo en los arrozales, en contacto con el agua, se presentan casos de pythiosis humana. En realidad se han reportado tres formas de presentación: la Subcutánea, la Sistémica Vascular y la Oftálmica.
La oclusión arterial progresiva y crónica, hasta el desarrollo de aneurisma y gangrena y en algunas ocasiones hemorragias fatales, son las principales lesiones de la pythiosis. La forma oftálmica se manifiesta con una queratitis que puede llegar a ser exuberante. El 80% de los casos globales se han diagnosticado en Tailandia, pero también se ha encontrado en Australia, USA, Haití y Malasia. En Latinoamérica ha sido reportado en Brasil.

En el caballo

También se ha diagnosticado la forma gastrointestinal, es la segunda manera más común de presentación, se manifiesta con episodios de cólico con presencia de masas residuales que disminuyen y algunas veces obstruyen el lumen intestinal, los hallazgos de necropsias o de cirugía, revelan ulceraciones intestinales y masas nodulares en la pared del jejuno (porción del intestino) pudiendo alcanzar hasta 20 cms. de diámetro. 

En Venezuela se ha reportado esta última presentación en caninos mas no en equinos. En bovinos se ha reportado la presentación cutánea en los miembros. En ocasiones se ha visto presentación que afecta la región bucofaríngea, donde el principal signo que se manifiesta es una hipersalivación.
En pythiosis crónicas puede encontrarse lesiones óseas manifestadas en exostosis (sobrehuesos), osteolisis (destrucción del hueso) y osteomielitis (reblandecimiento del hueso), generalmente, estas lesiones se observan a nivel radiológico, cuando hay  lesiones cutáneas granulomatosas exuberantes.

Es posible encontrar casos de metástasis o invasión de otros órganos, como pulmón y ganglios linfáticos, aunque es mucho menos frecuente.

Se presume que el contagio de la forma cutánea los animales adquieren el microorganismo al estar en agua dulce, caliente y estancada, en la forma digestiva al ingerirlo.

Caballos Criollos. Edo. Apure. Foto: J. L. Canelón

Los equinos son los más afectados por la forma cutánea, sin predilección por raza o sexo, las lesiones son de crecimiento lento, insidioso, circulares y ulceradas hasta formar granulomas de hasta 50 cms de diámetro. Se ubican preferentemente en la zona inguinal ventral, aunque se han reportado casos en caras, ollares y cavidad bucal. Se observan unas estructuras cutáneas sólidas denominadas kunkers que no es vista en lesiones de bovinos ni de caninos.

El próximo proyecto que tenemos en mente, es buscar alternativas y ensayar tratamientos que nos permita curarlos de manera razonable.

Por: José Luis Canelón Pérez, Coordinador General Cátedra Libre para el Estudio y la Conservación del Caballo Criollo Venezolano / UCLA Cel: +5804145297724 / caballovenezolano@yahoo.com Derechos Reservados de Autor

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