La capacidad de los caballos para absorber, transportar y utilizar oxígeno es analizada por científicos, que buscan tratar enfermedades respiratorias en humanos.
Son los grandes ‘atletas de la naturaleza’: Los caballos corren a unas velocidades increíbles haciendo gala de una gran resistencia física, y, ahora, la ciencia acaba de desvelar que esta proeza se debe a una mutación genética.
Se trata de la mutación del gen KEAP1 que multiplica la producción de energía en los caballos y les protege contra el estrés oxidativo celular, según describe un artículo científico publicado en la revista Science, fruto de un estudio llevado a cabo por investigadores de varias universidades de Estados Unidos.
La capacidad de los caballos para absorber, transportar y utilizar oxígeno, con un consumo máximo que duplica con creces el de los atletas humanos de élite, ha fascinado desde siempre a los científicos, que han visto en ellos un modelo para encontrar pistas que ayuden a tratar las enfermedades respiratorias en las personas.
Adaptación atlética
Una de las cuestiones clave, señalan los autores, era dar con las adaptaciones fisiológicas que permiten a los caballos correr con tanta velocidad y resistencia, sobre todo teniendo en cuenta su gran tamaño.
Los investigadores se centraron en las mitocondrias, unos orgánulos celulares que generan la mayor parte de la energía necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula. Además, analizaron qué mecanismos moleculares hacen que los caballos gestionen bien el estrés oxidativo causado por esa actividad. (Con información de Agencias)
Analizaron a casi 200 especies
Los autores hicieron un análisis evolutivo del gen KEAP1 a 196 especies de mamíferos, ya que se sabía que era un regulador clave de la actividad mitocondrial. La alteración de este gen puede estar relacionada con enfermedades humanas, como el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Los resultados indican que los caballos, así como los burros y las cebras, han evolucionado hacia una adaptación genética que les ha llevado a contar en su gen KEAP1 con lo que se denomina un ‘codón de terminación’, cuya función es acortar el mensaje cifrado por el ADN.
Ese ‘codón de terminación’ mejora la funcionalidad del gen, y evita que se reduzcan los niveles de una proteína (NRF29), encargada de evitar el estrés oxidativo, lo que se traduce en un aumento de la energía mitocondrial y una pronta recuperación de la actividad física.
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Los caballos son verdaderos atletas de élite del reino animal. Su anatomía, fisiología y comportamiento están adaptados para la velocidad, la resistencia y la agilidad.
ResponderEliminarPodemos nombrar algunas razones que respaldan esta afirmación, como es el caso de la capacidad cardiovascular, el corazón de un caballo puede llegar a pesar hasta 4,5 kg y bombear grandes volúmenes de sangre, lo que les da una resistencia sobresaliente.
Además de tener unos pulmones eficientes, poseen un sistema respiratorio altamente eficiente. Durante el galope, su respiración se sincroniza con el ritmo de sus zancadas.
Su estructura musculoesquelética poderosa, los músculos y tendones están diseñados para generar una gran fuerza y velocidad. Asimismo, sus largas extremidades les permiten cubrir grandes distancias con cada paso.
Algunas razas, como el Pura Sangre, pueden alcanzar velocidades de más de 60 km/h y caballos como los árabes destacan en pruebas de resistencia de más de 100 km. Lo cual hace al caballo un animal con velocidad y resistencia.
Su inteligencia y sensibilidad les permiten entrenar para múltiples disciplinas, desde el salto hasta la doma y las carreras, permitiendo una alta capacidad de entrenamiento y cooperación en las tareas que desempeña.