Madrid, España. Mayo, 2025. Con motivo de haberse celebrado el pasado fin de semana el Longines Global Champions Tour de Madrid, en donde participaron más de 200 caballos, catalogado como uno de los circuitos ecuestres más prestigiosos del mundo, en donde además del espectáculo deportivo y la elegancia de la competición, hay un aspecto clave que se mantiene en segundo plano pero es fundamental para garantizar la equidad y la protección animal: el control antidopaje equino.
Un proceso riguroso y supervisado
Al igual que en las competiciones deportivas humanas, en los eventos ecuestres de alto nivel se aplican estrictos protocolos antidopaje para asegurar que ningún caballo compita bajo los efectos de sustancias prohibidas que puedan mejorar artificialmente su rendimiento o enmascarar lesiones.
Después de cada prueba, algunos caballos son seleccionados aleatoriamente o por rendimiento para pasar el control. Esta decisión la toma el equipo veterinario del evento, bajo supervisión de la Federación Ecuestre Internacional (FEI).
¿Cómo se realiza el control?
El proceso incluye la toma de muestras de orina y sangre, que se realiza en una zona habilitada para este fin dentro del recinto de competición. Un veterinario oficial extrae la sangre, generalmente de una vena del cuello, y espera que el caballo orine de forma natural en un recipiente esterilizado. Si el animal no lo hace inmediatamente, permanece bajo observación hasta que sea posible obtener la muestra.
Una vez recogidas, las muestras son etiquetadas, selladas y enviadas a un laboratorio acreditado por la FEI, donde se analizan en busca de sustancias prohibidas.
Sustancias bajo vigilancia
Entre las sustancias vetadas se encuentran:
1.- Analgésicos y antiinflamatorios: para evitar que se compita con lesiones encubiertas.
2.- Estimulantes o sedantes: que pueden alterar el comportamiento o la respuesta física del caballo.
3.- Hormonas y otras sustancias que modifiquen el metabolismo o aumenten la resistencia.
Consecuencias de un positivo
Si un caballo da positivo en el control antidopaje, se inicia un proceso de investigación formal. Las consecuencias pueden incluir la descalificación de los resultados, sanciones económicas, y en casos graves, suspensión para el jinete, entrenador o equipo.
Este tipo de controles buscan preservar la integridad del deporte ecuestre, pero sobre todo, garantizar el bienestar de los caballos, considerados los verdaderos atletas del circuito.
Noticia redactada por el equipo de A Ritmo de Galope
El control antidopaje en competiciones ecuestres como el Global Champions Tour es esencial para asegurar la integridad del deporte y, sobre todo, el bienestar de los caballos. A través de un protocolo riguroso y transparente, el veterinario juega un papel primordial para su cumplimiento, se evita el uso de sustancias que puedan alterar su rendimiento o poner en riesgo su salud, garantizando así una competencia justa y responsable.
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