Cuidar un caballo es una labor simple, pero que debe realizarse de manera adecuada para lograr los mejores beneficios y desempeño del animal. Para la dieta de un equino, el alimento primordial es la base forrajera, que no es otra cosa que el pasto fresco, de corte, de pastoreo o verificado.
Además, el ejemplar debe contar con agua fresca y a permanente disposición. El forraje, que debe estar también a disposición del animal en todo momento, es la fuente natural de energía para los caballos. Es por eso que este alimento debe estar a voluntad o disposición del equino siempre y que el ejemplar se mantenga el menor tiempo posible en ayuno. Cuando el caballo no tiene a disposición el forraje, lo predispone a lo que se conoce como “vicios de pesebrera”.
“En cuanto a suplementos, lo único que recomiendo, de forma diaria y permanente, es la sal mineralizada formulada para caballos. Esta sal ocupa entre el 1,5% y el 2% del costo de tenencia de un caballo. Es algo muy económico. El suministro adecuado de este suplemento mejora la condición corporal del caballo, la inmunidad, la integridad intestinal y la reproducción de estos animales”, dijo Juan Fernando Mejía, ingeniero agropecuario y consultor de Equiforma Premex.
Otro aspecto a tener en cuenta son los diferentes tipos de alimento concentrado o balanceado. De ellos hay una alta gama de productos que le aportan diferente nivel de energía y otros específicos para etapas como lactancia, crecimiento y desarrollo, caballo con poca actividad física y de alto rendimiento deportivo.
Alimentación en etapa gestante
La suplementación vitamínica y mineral puede empezar después del primer mes de vida si hay una deficiencia en la producción de leche de la yegua. Hágalo desde el tercer mes, que es lo recomendado.
Ver noticia original con sus detalles en: Agronegocios Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario