Una imagen tomada mientras que se rescataban los caballos de los establos anegados. SUR
Por Matías Stuber
En el Club Hípico de Málaga se ha estado a punto de vivir una auténtica desgracia. El desborde de un arroyo cercano a las instalaciones, ubicadas en el Camino de los Almendrales, ha anegado los establos en los que se encontraban 41 caballos. Con el agua subiendo cada vez más en los boxes, la situación resultó crítica y los caballos corrieron un serio riesgo de morir por ahogo. En una operación de rescate efectuada por bomberos y agentes de la Policía Local, se pudo salvar la vida de estos animales, además de 40 perros que también se encontraban en las instalaciones.
Sobrepasados por la situación y sin poder abrir los establos por la presión del agua y por la falta de herramientas, personas cercanas al club difundieron un mensaje de auxilio por las redes sociales. «Urgente. Por favor, necesitamos ayuda. Alguien que tenga radiales de batería. En la Hípica se están ahogando los caballos ya que no pueden abrir las puertas. No hay luz. Por favor, ayuda», rezaba el mensaje.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos dotaciones del Real Cuerpo de Bomberos y varios agentes de la Policía Local y miembros de Grupona. Según los testimonios sobre el terreno, la primera ayuda llegó de una obra cercana. Operarios de la misma habrían acudido con herramientas para brindar una ayuda que resultó fundamental para evitar mayores desgracias.
A partir de aquí, los bomberos y los agentes de la Policía Local, además de voluntarios desplazados, se emplearon a fondo para abrir los establos y llevar a los caballos a una zona elevada, dentro del mismo club, donde los animales se pudieron poner a salvo. Visiblemente alterados por los hechos, los caballos permanecían al aire libre pero ya fuera de riesgo.
Hasta el Club Hípico se desplazaron, además, alumnos de la escuela. Con el miedo y la preocupación dibujados en el rostro, contribuyeron a que lo sucedido no acabara en una catástrofe. Algunos desplazados mostraron su descontento con lo ocurrido y advirtieron a SUR que con una situación de «riesgo extremo» por lluvias se tenían que haber medidas preventivas.
Al margen de lo ocurrido con los caballos, la zona donde se encuentran los boxes, el bar y la granja escuela quedó muy dañada. La fuerza del agua se llevo por delante un camino que conecta con la carretera principal, aunque aún se podía transitar con coches. La velocidad con la que bajaba la corriente de agua era notable.
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