Diego González a lomos de Lisonjero de Vida en Sevilla.
El Salón Internacional del Caballo está considerado el mejor evento del mundo en caballos de Pura Raza Española. El jinete silledense Diego González López consiguió en él la Copa Ancce y un total de cuatro campeonatos del mundo montando a Lisonjero de Vida.
Por Ángel Graña
Aunque tiene su propia ganadería en Siador, el silledense Diego González también trabaja para varias ganaderías ubicadas en Mallorca, Madrid, Arzúa o León. Precisamente, con un ejemplar de la leonesa Yeguada Gran Vida de Quintanilla de Sollamas, de nombre Lisonjero de Vida, acaba de conseguir un total de cuatro campeonatos del mundo en movimiento y funcionalidad, y la Copa Ancce en 4 años, en el Salón Internacional del Caballo (Sicab) de Sevilla.
¿Está de moda la hípica?
Siempre hubo una gran afición en toda España por la hípica pero, en general, y en estos momentos, se suelen ver más extranjeros que otra cosa. Me refiero a aficionados de México, Costa Rica o los Estados Unidos. En estos países los caballos siguen siendo sinónimo de lujo.
¿Esperaba conseguir en Sevilla tantos premios montando a Lisonjero de Vida?
Desde luego, no contaba con tantos galardones. Sí es cierto que esperaba estar en la pelea con este caballo en todas las pruebas pero ganar casi todo, no. Por ejemplo, en doma contaba con hacer podio y también en la prueba de funcionalidad y movimiento estar luchando por la victoria. Ganar todo no me lo esperaba y como te puedes imaginar estoy muy contento.
¿Es un caballo tan especial como para llevarse todos los premios conseguidos?
Sin duda, en especial por la calidad que tiene a la hora de moverse y montar. Luego, después, en la parte de morfología es muy correcto y ahí es donde suele conseguir muchos puntos. Su fuerte es montado y en movimiento. De hecho. De hecho, la intención es poder llevarlo al campeonato del mundo que se celebra en Alemania y Holanda e intentar prolongar estos resultados en doma.
¿Cuál es el próximo paso?
Ahora, después de ganar una serie de premios de esta categoría, llegará una época en la que se cubren muchas yeguas con él. La gente suele preferirlo para las cubriciones porque es un caballo premiado y, después de que todo esto pase, volverá a la vida deportiva, que es cuando se enfocará todo el rato a la competición.
¿Compite también con los caballos de su propiedad?
Lo que pasa es que mis caballos son de otra raza. Son ejemplares de razas centroeuropeas que están más dedicados a la doma. Y dentro de la doma puedes competir con cualquier raza de caballos porque lo suelen hacer entre ellos. Sin embargo, en Sevilla era propio de la Pura Raza Española.
¿Cuesta mucho convertirse en profesional del caballo?
Es bastante sacrificado. La gente no sabe la cantidad de horas que tienes que dedicarle a una profesión como esta. Hay que tener en cuenta que un caballo no es una moto o una bici, que la dejas aparcada ahí y no pasa nada. El caballo necesita cuidados diarios y en cuanto al entrenamiento, como no los domes y le dediques horas a enseñarles los ejercicios, después no los hacen. Los caballos no vienen enseñados de nacimiento.
¿Cómo llegó a convertirse en profesional de los caballos?
Primero acabé mis estudios universitarios y, después, empecé a trabajar de esto porque me salió un empleo en una yeguada de Madrid, que también ganó durante varios años el Sicab. Luego me viene para Galicia, para casa, y monté la cuadra con el objetivo de poder ganarme la vida con este trabajo.
¿Tardó en hacerse un hueco?
Al principio de todo no es tan fácil conseguir resultados y si no los obtienes, la gente no te trae caballos buenos y por eso digo que comenzar en este trabajo suele costar mucho a todo el que quiera intentarlo. Es una pescadilla que se muerde la cola: si no tienes buenos registros, nadie quiere llevarte sus caballos para que los prepares.
¿Cuál es el futuro más inmediato después de haber triunfado en la capital hispalense?
Desde luego, con Lisonjero de Vida me gustaría, en especial, mientras se pueda, hacerlo competir a nivel más internacional en doma si es conseguimos llegar a ello. Como siempre pasa en este mundo, para ello hace falta una serie de resultados que si no los tienes, por ejemplo, no te seleccionan para poder como digo a certámenes internacionales. En principio, parece que el caballo tiene actitudes tal y como demostró este fin de semana en Sevilla.
¿Ya título personal?
Pienso que todavía me quedan premios que ganar en Sicab. Además, como todos los años nacen caballos y entran caballos, cada año y cada temporada tienes un reto nuevo por delante. O sea, que seguiré yendo a Sicab y en cuanto a la doma un poquito más a nivel nacional e internacional.
¿Cuál es el trofeo que le gustaría ganar y que aún no tiene?
La verdad es que la Copa Ancce de Doma Clásica de 4 años que ganamos en Sevilla es la primera vez que lo consigo. Era una espinita que tenía clavada y que me hizo mucha ilusión podérmela quitar. Y lo que me haría mucho más feliz todavía es que pudieran seleccionar a Lisonjero de Vida para representar a España en el campeonato del mundo de caballos jóvenes de Doma Clásica y poder ir allí con un caballo de aquí que yo lo empezara desde abajo de todo.
Ver noticia original en: Faro de Vigo
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