Los caballos son criaturas que han acompañado a la humanidad durante toda su historia, lo que ha provocado que la comunidad científica se pregunte cuáles son los límites de su sistema cognitivo.
Nottingham, Reino Unido. Noviembre, 2024. El reino animal es verdaderamente fascinante. No solo por la diversidad de especies que podemos encontrar a lo largo y ancho de nuestro planeta, sino por las cualidades y capacidades que albergan en su ser. Y es que uno de los elementos que más destaca de una criatura en este sentido es, sin duda, la inteligencia. Cuando pensamos en esta característica, es común que se nos venga a la cabeza lo listas que pueden llegar a ser nuestras mascotas. No obstante, otros animales no se quedan atrás. Es por ello que la comunidad científica investiga constantemente las capacidades intelectuales de todo tipo de fauna para conocer cuáles son sus verdaderos límites en este sentido.
Tanto es así que un estudio publicado recientemente ha demostrado que los caballos son mucho más conscientes de su entorno de lo que se creía hasta el momento. De esta manera, se podrá entender mejor su comportamiento a la hora de afrontar ciertas situaciones, así como comprender su capacidad de aprendizaje.
Inteligencia equina
La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Nottingham Trent, en Inglaterra, desarrolló un experimento en el que se quería comprobar los niveles cognitivos de estas criaturas en base a ciertos comportamientos. Para ello, los caballos involucrados en la prueba debían accionar un trozo de tarjeta con la nariz para verse recompensados con una golosina.
Sin embargo, si la luz que se encontraba al lado del dispositivo estaba encendida, no obtenían dicho premio. En este sentido, el comportamiento de estos animales no se vio modificado, pese a que, cuando el piloto se iluminaba, no existía recompensa. Sin embargo, introdujeron cambios en las condiciones del experimento que sí otorgaron nuevas reacciones. Los investigadores modificaron el sistema, de manera que, si las criaturas accionaban el botón con la luz encendida, se verían penalizados con unos segundos en el que no obtendrían la golosina, incluso aunque la luz estuviese apagada. En ese momento, los caballos comenzaron a reducir la frecuencia con la que presionaban el botón, lo que los llevó a realizar la prueba correctamente. Esto demostraba que la especie equina era capaz, no solo de aprender, sino de pensar a futuro en ciertas situaciones y a actuar en consecuencia, lo que supone un hallazgo verdaderamente valioso en la comunidad científica.
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