jueves, 10 de octubre de 2024

18 caballos encontrados en una tumba de la Edad del Hierro en Siberia revelan el posible origen de los Escitas

Vista del kurgan Tunnung 1, el lugar del hallazgo. Crédito: Trevor Wallace / Antiquity.

República de Tuvá, Rusia. Octubre, 2024. Un equipo de arqueólogos ha descubierto pruebas de rituales funerarios con sacrificios en el túmulo funerario de Tunnug 1, ubicado en la república de Tuva, al sur de Siberia. Este hallazgo sugiere que los escitas, conocidos principalmente por su presencia en Europa del Este, podrían haberse originado mucho más al este de lo que se pensaba.

Los escitas, un pueblo nómada de las estepas, son famosos por su cultura centrada en los caballos y su distintivo arte caracterizado por representaciones estilizadas de animales en posturas específicas. A lo largo de la historia, su modo de vida móvil les permitió migrar a través de grandes distancias, lo que complicó el rastreo de sus orígenes exactos. Si bien se sabía que se trasladaron desde Asia Central hasta la estepa póntica en el suroeste de Rusia y Ucrania actuales, sus raíces seguían siendo un misterio hasta ahora.

Los escitas a caballo han capturado la imaginación de las personas desde los días de Heródoto, señala el doctor Gino Caspari, autor principal de la investigación, afiliado a la Sociedad Max Planck y la Universidad de Berna. Pero los orígenes de su cultura han permanecido ocultos en rincones remotos de las estepas euroasiáticas durante mucho tiempo. La labor del equipo, que incluye investigadores de varias instituciones, ha dado sus frutos al investigar uno de los primeros ejemplos de un túmulo real que contiene material cultural escita: el kurgán de Tunnug 1, que data del siglo IX a.C.


El emplazamiento de Tunnug 1 mostrado como un modelo digital de elevación (izquierda), incluyendo la zona excavada y la ubicación de los grupos 1, 2 y 3 de huesos de caballo sacrificados, y como una imagen oblicua de dron antes del inicio de la excavación (derecha). Crédito: Trevor Wallace / Antiquity.

Entre los restos excavados en el túmulo se encuentran fragmentos de al menos un ser humano y dieciocho caballos, lo que sugiere que estos últimos fueron sacrificados en honor del individuo enterrado, que probablemente pertenecía a la élite. Este hallazgo refuerza la idea de que los rituales funerarios centrados en los caballos ya estaban presentes en los primeros escitas, reflejando costumbres que luego fueron descritas en textos clásicos miles de kilómetros al oeste, en Europa.

Los huesos de los caballos, encontrados junto a artefactos de estilo animal escita y equipos ecuestres, indican que estas prácticas formaban parte de un fenómeno cultural más amplio que los escitas desarrollarían con mayor complejidad en tiempos posteriores.

Estos objetos de estilo animal escita son emblemáticos de la cultura de las estepas, y el hallazgo de algunos de los ejemplos más antiguos en Tunnug 1 emociona a los arqueólogos. Después de años de duro trabajo de campo en Siberia, es maravilloso poder sostener algunos de los objetos de estilo animal escita más antiguos en nuestras manos, expresó el Dr. Caspari. Desenterrar evidencia temprana de un fenómeno cultural único es un privilegio y el sueño de la infancia hecho realidad.


Restos de los caballos, todavía con los bocados puestos. Crédito: Trevor Wallace / Antiquity.

La presencia de estos enterramientos de “estilo escita” tan al este como Tuva sugiere que el origen de la cultura escita, tan envuelta en misterio durante siglos, podría encontrarse en la otra cara de las estepas euroasiáticas. Esto refuerza la noción de que las primeras culturas centradas en los caballos eran altamente móviles y se extendían en vastas regiones.

Más allá de estas observaciones, el túmulo de Tunnug 1 comparte también muchas similitudes con enterramientos de la Edad del Bronce tardía en Mongolia, lo que indicaría que algunos elementos de los rituales funerarios escitas tienen sus raíces incluso más al este y al sur. Las culturas ecuestres de la Edad del Bronce en Mongolia podrían haber influido en las prácticas funerarias que más tarde adoptaron los escitas.

La evidencia de Tunnug 1 solidifica el papel crucial que Tuva desempeña en la prehistoria euroasiática, concluye el Dr. Caspari. Nuestros hallazgos subrayan la importancia de Asia Interior en el desarrollo de conexiones culturales transcontinentales. Además, añade que estos rituales funerarios no sólo representan un componente de la vida espiritual de los escitas, sino que también pudieron jugar un rol fundamental en los procesos más amplios de transformación cultural y política a lo largo de Eurasia. Las prácticas documentadas en Tunnug 1 podrían haber contribuido al surgimiento de imperios pastorales en etapas posteriores, como los escitas y otros pueblos nómadas que dominaron grandes áreas de Eurasia.

Ver noticia original en: LBV

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