viernes, 4 de octubre de 2024

King Edward, el mejor caballo del mundo, compite en Barcelona

 

Henrik von Eckermann a lomos de King Edward / Nacho Olano

"¿Por qué es el mejor del mundo? Se crece con la altura de los obstáculos", explica su jinete, el sueco Henrik von Eckermann.

Un total de 92 jinetes y amazonas y 143 caballos compiten durante cuatro días en el CSIO Barcelona. Atletas y caballos de talento excepcional. Campeones olímpicos, como Christian Kukuk y su caballo Checker 47, flamantes medalla de oro en los JJ.OO. de París 2024.

Y entre ellos, llegados desde Holanda donde viven en una casa de campo cuando no compiten, dos nombres propios cuya leyenda les precede: el jinete sueco Henrik von Eckermann y su magnífico caballo King Edward.

Ambos llevan dos años liderando el ranking mundial y suman títulos como el Campeonato del Mundo de Dinamarca 2022 o las dos últimas Copas del Mundo.

Un nombre ideal para gobernar el mundo
Dicen que nunca un caballo ha tenido mejor nombre para gobernar el mundo. King Edward nació hace 14 años en Bélgica y lleva compitiendo al máximo nivel desde los nueve. Compite sin herraduras y tiene una altura de 1,65 metros, una talla relativamente pequeña para un caballo de salto.

“¿Por qué es el mejor caballo del mundo? Probablemente lo sea porque sabe hacer muchas cosas bien y es muy regular. Pese a que es más bien bajito, él se crece con la altura de los obstáculos. Fuera de la pista es un caballo muy tranquilo y dócil, pero cuando entra en la pista se transforma y saca todo su poder. Cuando salta pone su máxima potencia, puedo sentir perfectamente su corazón”, explica von Eckermann.

“Si tuviera que extrapolarlo a nivel futbolístico, diría que King Edward podría ser un Ronaldo por su potencia física o seguramente también Messi, porque es pequeño y tiene un talento extraordinario”.

Es la tercera vez que Von Eckermann y King Edward compiten el CSIO Barcelona y año a año, la relación entre ambos es más intensa.

“Él y yo hemos crecido juntos y tenemos una relación muy especial, de respeto mutuo. Yo soy muy prudente con él y no le impongo, no puedes forzar, hay que saber encontrar el equilibrio porque si el caballo no quiere hacer una cosa, si le fuerzas quizás te obedezca una, dos, tres veces…pero no te lo hará muchas más. Los caballos requieren mucha atención. No son máquinas que si se averían puedas reponer. Nunca sabes lo que puede pasar cuando compites a caballo. Ellos tienen instintos, sentimientos, pueden tener días malos. King Edward es el mejor caballo pero mañana podría quedar el número 50 en una competición. Eso es lo que hace tan especial este deporte”, añade el jinete sueco. 

Escala en Lyon
King Edward llegó este martes a Barcelona procedente de Holanda, donde vive cuando no está compitiendo. Hizo el viaje de dos días, con escala en Lyon, acompañado como siempre de su inseparable cuidadora (groom), Louise Barraud.

Ella está pendiente de él en todo momento y comanda el trailer en el que se desplaza, un increíble camión totalmente adaptado con capacidad para trasladar siete caballos, “aunque nosotros nunca viajamos con más de cuatro”, advierte Barraud, que hace diez años eligió este estilo de vida y hace cinco que está con King Edward, con el que mantiene una relación muy especial: “Es un caballo al que le gusta que le prestes mucha atención. No te regala nada de entrada, no te da amor directamente, tienes que trabajártelo y eso le hace más especial. Hace cinco años que estoy con él y ahora nos tenemos mucha confianza. Es muy especial”.

Ver noticia original en: Sport 45

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