El veterinario Roberto Esposito explicó las claves para prevenir esta enfermedad que afecta tanto a caballos como a humanos.
En una reciente entrevista con Radio Noticias, el veterinario Roberto Esposito brindó una advertencia clave para los propietarios de caballos y la comunidad en general: la encefalomielitis equina, una enfermedad viral transmitida por mosquitos.
La misma se activa con fuerza durante la primavera y el verano, aunque por el momento no se han registrado casos en la región. "Es el momento de estar alerta", subrayó Esposito, recordando que la vigilancia es crucial para evitar la propagación de esta peligrosa enfermedad.
Aunque el veterinario destacó que, actualmente, no se han detectado focos o brotes locales, hizo hincapié en la importancia de no bajar la guardia. "A nivel regional estamos haciendo vigilancia y alertando a los tenedores de caballos para que estén atentos. Si ven algún síntoma, deben comunicarse con un veterinario de inmediato", recomendó.
La encefalomielitis equina es una enfermedad grave que afecta tanto a equinos como a humanos. Esposito explicó que el mosquito es el vector principal, y que el ciclo de transmisión se activa cuando un mosquito pica a un caballo infectado y luego transmite el virus a una persona. En humanos, los casos pueden ser graves, como ocurrió el año pasado, cuando tres personas contrajeron la enfermedad en la zona, y una de ellas falleció.
Entre los síntomas que deben alertar a los propietarios de caballos se encuentran el decaimiento, fiebre, deambulación errática y signos de desorientación, como girar en círculos. "Si ven un caballo con estos signos, es fundamental hacer la denuncia al SENASA o contactar a un veterinario para tomar acción rápida", advirtió el especialista.
El veterinario también enfatizó que la mejor estrategia para prevenir la enfermedad es la vacunación. "Vacunar y revacunar es clave", insistió Esposito. El esquema de vacunación contra la encefalomielitis equina incluye una primera dosis entre los dos y tres meses de edad del caballo, con una revacunación 30 días después, y luego, la inmunización debe repetirse anualmente. "Ya en febrero, la mayoría de los caballos de la zona estaban vacunados, lo que ayudó a contener el riesgo", prosiguió.
Aunque el riesgo de infección parece controlado por el momento, Esposito hizo un llamado final: "Es crucial mantener las medidas preventivas. No podemos relajarnos cuando los mosquitos, que son los principales responsables de la transmisión, están en su punto más activo durante la primavera y el verano". La prevención, mediante la vacunación y la vigilancia activa, es la mejor defensa ante esta amenaza.
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